Hace un año, un chocolatero de renombrada trayectoria en la gastronomía peruana, se nos acercó para que le desarrollemos la identidad de un nuevo proyecto. Nuestro cliente quería volcar toda su experiencia y su pasión por el cacao para poner una tienda que vendiera chocolates en Piura y poder vivir de ello. Pero la realidad con la que se encontró hacía que lograrlo fuera muy complejo:
En Piura, por su calor sofocante, la gente no tenía la costumbre de comer chocolate y tampoco tenían conocimiento de que en sus tierras crecía uno de los mejores cacaos del mundo.
Con toda esta realidad, el pedido no era simplemente el de desarrollar una marca que se vendiera bien para sustentar una tienda. Era necesario hacer que Piura conociera su cacao, que lo consumiera, que estuviera orgulloso del mismo y que potenciara a su región como una denominación de origen.
Para lograr que la gente se identificara con su cacao, al desarrollar la identidad de marca tomamos los elementos de la cultura popular piurana, gente muy creyente en lo sobrenatural. Un pueblo con costumbres cotidianas ligadas a lo chamánico y que, hoy en día, en sus mercados intercambia objetos mágicos y conjuros. Tomamos otros elementos del mismo cacao que, además de ser un súper alimento que tiene una enorme concentración de minerales y vitaminas, propiedades antioxidantes, una grasa vegetal muy saludable y es una increíble fuente de fibras e incluso serotonina, tiene propiedades que podrían considerarse mágicas: contiene anandamina, un neurotransmisor con efectos psicoactivos que funciona como un regulador natural del humor y el ánimo, que muestra tener efectos sobre la concentración, el enfoque, el amor y el placer.
De estos elementos surgió la marca “Magia Piura”, que tiene a Piura en el mismo nombre, resaltando su denominación de origen, y a la magia que comparte tanto esta región como el chocolate mismo. Este nombre juega con las frases Pura Magia, Magia Pura, Magia Piura.
A raíz del naming, se desarrolló todo el sistema gráfico de identidad, que debía no solo expresar magia, sino respeto a la naturaleza, el honrar el lugar y a su gente. Se hizo una analogía entre toda la riqueza visual que tiene el universo de la magia y la cultura gastronómica que hoy se viene desarrollando en nuestro país, llena de detalles y particularidades.
Posteriormente, lo que pasó en Piura con la marca y la identificación de la gente, fue realmente mágico: la barra de la tienda, que originalmente fue diseñada para generar rotación de gente, fue utilizada por el público como una excusa para quedarse un rato a tomarse unas cervezas de cacao y combinarlas con trufas heladas; una costumbre de maridaje que no existía ni en Piura ni en Lima o que haya sido copiada del extranjero, surgió un nuevo comportamiento gastronómico de forma espontánea. Es así como el público piurano adoptó la tienda como propia y la identifica como un oasis refrescante en medio del calor piurano.